El Equipo de Blackjack del MIT

Esta es una anécdota que será recordada en la historia del Blackjack. Aparentemente, ninguna otra historia ha contribuido a la reputación y el atractivo del juego como la de unos estudiantes universitarios y graduados que decidieron enfrentarse a los casinos y lograron superarlos en su propio campo de juegos.

La película "21 blackjack" llevó su historia a la gran pantalla, nosotros te la traemos aquí.

Esta increíble historia comenzó como un inocente club al que los estudiantes asistían después de clases y en el que se podían relajar y pasar un buen rato aprendiendo cómo utilizar sus habilidades matemáticas para beneficiarse en los juegos de cartas. Luego, los Contadores de cartas del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) o el Equipo de Blackjack del MIT (MIT Blackjack Team), como se los conocía, llevaron sus habilidades a Atlantic City y Las Vegas con la intención de vencer a los casinos usando el conteo de cartas con un éxito limitado.

El club fue establecido por un profesional del Blackjack, quien se contactó con un graduado del MIT llamado J.P Massar para organizar un equipo de Blackjack de primera línea. Luego de un breve período, J.P Massar conoció a un jugador llamado Bill Kaplan, quien decidió liderar el grupo. Esta nueva sociedad mejoró el equipo al darle orden y estructura. ¡El éxito estaba a la vuelta de la esquina!

Con el tiempo, el éxito llegó. El grupo se volvió más fuerte tanto en números como en ambición. Comenzaron a alquilar su propio espacio para simular los ambientes de un casino real y entrenar a aquellos involucrados en el conteo de cartas para asegurar que jugaran un juego impecable y que no pudieran ser detectados ni se sospechara de ellos.

A lo largo de la década del 80 el equipo se hizo más grande. Inversiones externas se despilfarraban en el grupo y las ganancias eran enormes. Se llegó a decir que los jugadores ganaban unos $162 por hora por persona.

Pero con el éxito llegaron los problemas. Bill Kaplan, el hombre detrás del éxito del grupo, no podía entrar en un casino y, básicamente, era perseguido por la industria de los juegos de azar. Aunque acosar a los contadores de cartas estaba prohibido por la ley, los casinos lograron que el papel de Kaplan fuera indefendible. En 1984, se limitó a un puesto menor y más discreto.

Pero incluso sin el apoyo activo de Kaplan, el equipo siguió en ascenso. Con las ganancias creciendo y creciendo, más jugadores e inversores se unieron al grupo, el que se decía que producía un 300% de rendimiento para sus inversores.

Con el tiempo, los casinos lograron rastrear a los jugadores del MIT. Se obtuvieron fotos, y el grupo sufrió un gran revés a medida que se fue descubriendo a los involucrados. Como el centro de su actividad era el anonimato de los contadores de cartas, este fue básicamente el fin de su actividad como grupo.

Los jugadores siguieron sus propios caminos, y se establecieron nuevas ramas del Equipo a través de los Estados Unidos con diferentes disfraces. Aunque los jugadores del grupo permanecieron involucrados en el conteo de cartas, estaban en equipos separados haciendo lo suyo. El Equipo de Blackjack del MIT (MIT Blackjack Team) tal cual se lo conocía había desaparecido.

Fue tal el impacto que generó en la escena internacional de Blackjack que muchos intentaron repetir el éxito que tuvo, pero ahora los casinos estaban preparados para los grupos de contadores de cartas, y es poco probable que se vuelva a alcanzar el grado de éxito que tuvo el Equipo de Blackjack del MIT. La organización, la comunicación y la ambición del equipo no tuvo igual en la historia del casino, y aquellos que hicieron el equipo posible serán recordados por siempre en el folclore del Blackjack.